A mediados de los años 90, la tercera ciudad sueca escogió su destino: convertirse en un modelo de sostenibilidad y ecología urbana. Los mejores ejemplos de esta realidad son dos de sus barrios: Puerto del Oeste, icono de la bioarquitectura, y Augustenborg, un verdadero laboratorio ecológico y social.
In the midst of the ‘90s, Sweden’s third city chose its fate: to become a model for urban sustainability and urban ecology. The best examples of this fact are two of its neighbourhoods: Westport, icon of bioarchitecture and Augustenborg, a true social and ecological laboratory.